miércoles, 26 de octubre de 2016

Indigestión cultural: sobre el Encuentro Latinoamericano de Gestores en Danza (SP-2016)


(pre-edición)

Indigestión cultural

Sobre el Encuentro Latinoamericano de Gestores de Danza
18 al 22 de octubre en el Centro de Referência da Dança da Cidade de São Paulo

La pasada semana ocurrió en San Pablo el Encuentro Latinoamericano de Gestores de Danza. Fue organizado por el Centro de Referência da Dança da Cidade de São Paulo, gestionado por la Cooperativa Paulista de Trabalho dos Profissionais de Dança, en co-gestión con la Secretaría Municipal de Cultura de São Paulo. El encuentro tuvo lugar en medio de un clima político tenso y preocupante considerando no sólo el golpe en Brasil sino el panorama de la región signado por una profunda crisis de las izquierdas y de las democracias, y el ascenso de gobiernos neoliberales nada amigables con la idea de que la cultura es un espacio de transformación simbólica fundamental y no (solo) un mercado pasible de industrializarse por la vía de la “profesionalización”.

La gestión es un oficio muchas veces invisible y otras veces asociado directamente a la producción. Sin embargo son dos aspectos diferentes y tiende a olvidarse la importancia que tienen curadores, gestores, directores de fundaciones, festivales, o departamentos estatales, en las dinámicas del campo dancístico (y artístico en general). El campo de la danza se caracteriza por una profesionalización basada no tanto en la especialización sino en la multitarea. Es así que es muy frecuente que un artista cree obras y a la vez gestione proyectos, capte fondos, articule redes, entre otras prácticas que podríamos pensar exceden lo meramente estético. En este desempeño su accionar atraviesa múltiples vínculos los cuales implican otros artistas, colectivos diversos e incluso espacios de gobierno. Esta dinámica pautada por las características de la economía de la danza ha dado lugar a pensamientos sobre el rol del artista. Entre ellos el propuesto por el brasilero Ricardo Basbaum bajo el concepto de “artistas etc” que él atribuye a “cuando un artista cuestiona la naturaleza y la función de su rol como artista, de modo que se pueda imaginar diversas categorías, como artista-curador, artista-escritor, artista-activista, artista-productor, artista-teórico, artista-terapeuta, artista-profesor, artista-químico, etcétera”.

La reconceptualización de la gestión como parte de los procesos artísticos, y la creación de vínculos entre artistas, profesionales y obras de la región fue uno de los principales objetivos del encuentro, que apostó a un formato basado en el diálogo donde el trabajo por grupos y temas fue priorizado frente a exposiciones y ponencias. Fortalecer las prácticas y redes ya existentes y crear nuevas formas de colaboración fueron objetivos que se integraron a análisis más globales sobre las relaciones (o no relaciones) entre artistas/arte de países latinoamericanos, el rol del arte y de la danza en contextos de crisis político-social, las estrategias que combinen un fortalecimiento del campo y el contacto de éste con otros frentes de lucha social que se presentan como urgentes.

Encuentros de este tipo vienen haciendose hace años promovidos por organizadores locales y la Red Sudamericana de Danza (RSD), que disolviéndose en el 2014 durante su último encuentro colectivo celebrado en México, dejó un espacio en blanco para la articulación de vínculos y proyectos entre países de la región. El fin de la RSD tras más de una década de existencia refleja una crisis que afecta a la institucionalidad de la cultura sea a nivel de iniciativas autogestivas como del estado. El encuentro expuso las diferencias entre países, siendo Brasil uno de los campos con mayor institucionalidad y recursos para la danza que sin embargo por sus características culturales y dimensiones que lo hacen tender a la endogamia expuso su necesidad de integrarse más a las redes latinoamericanas de cooperación y creación.

Cuerpos a la obra

El encuentro comenzó articulando lo titulado como “agenda brasil” en la que el Frente Permanente da Dança trabajó sobre asuntos relacionados a la nueva situación política nacional. Entre llevar adelante diálogos y presiones al nuevo “gobierno” o manifestarse abiertamente contra el reconocimiento de su legitimidad, las discusiones pusieron sobre la mesa la complejidad del momento en que se encuentra la cultura y que demanda no sólo fortalecer la defensa de derechos y políticas culturales sino la revisión de la cultura política que se construye dentro y desde el campo de la danza.

Tras un día utilizado casi exclusivamente para la presentación de los numerosos participantes, el encuentro se organizó en grupos de trabajo: “infancia, juventud y diversidad”; “políticas culturales”; “residencias, festivales, y movilidad”; “curaduría e investigación”. Que no existe neutralidad ideológica ni desinterés en la construcción de políticas públicas - reconceptualizando a lo público para aproximarlo a un pensamiento sobre lo común que trascienda al estado y a los gobiernos -; que es necesario fortalecer la economía de la cultura sin caer en el economicismo; que la creación de obras es solo una de las múltiples actividades y prácticas producidas en torno a la danza; que las articulaciones entre actores de la cultura no es solo para conseguir recursos sino que es un recurso en sí mismo; que cuestiones como la violencia machista, el golpe en Brasil o la Propuesta de Enmienda Constitucional 241, el aislamiento de Venezuela, el proceso de paz en Colombia, el triunfo de la derecha en Argentina, o los derechos humanos también atañen a los hacedores de danza; que es necesario pensar el campo más allá de los gobiernos; que resulta crucial que proyectos y artistas “independientes” se encuentren con representantes de gobiernos; que la palabra “independiente” está en problemas a la hora de analizar cómo se materializa ese concepto en prácticas concretas; que es imprescindible analizar el resultado que han tenido las transformaciones en las políticas culturales de los últimos años; y que más allá de la creación de instituciones de cooperación ésta ya está operando fuertemente en nuestro continente, fueron algunos de los titulares para los contenidos discutidos durante los 5 días de reunión y debate. La reinvención de significados y formas de la política y de las redes necesita ser recoreografiado en la danza y en múltiples zonas temporarias o permanentes donde los cuerpos se debaten entre el deseo de crear otros mundos posibles y ver como se hace para estar juntos y gestionar nuestra resistencia en este. El panorama indica que poner el cuerpo es cada vez más urgente no sólo como figura poética o propuesta estética sino como un problema a practicar comunitaria y coreográficamente.


Para recuadro

“En Brasil y en otras partes, estamos viviendo un momento de rupturas y las fuerzas hegemónicas nos presionan hacia atrás. Hay un ataque en curso, desde la irradiación del poder de control, a los cambios que la cultura promueve, sencillamente porque su expresión es natural de la libertad. La creación artística establece, o debería establecer, algo ‘nuevo’. Las autonomías son espacios que pueden resistir al avance de las tiranías. Esta es nuestra naturaleza artística.
La violencia de ese movimiento de retrocesos nos hace pensar en re-existencias. Y para re-existir en contra a una lógica individualista y competitiva, en la que estamos insertos, hay que ponerse a laburar, a pensar, a escuchar, a observar. Tenemos poquísimo tiempo para ello. Necesitamos más que nunca unos de los otros, unas de las otras. Ya lo hacemos, ya lo sabemos. Pero podemos más. Nuestro mundo nos pide más.
Los modelos de cooperación y creación que están surgiendo necesitan ser fortalecidos, conocidos, madurados, a la luz de sus implicancias políticas, de sus políticas del cuerpo, de su expresión cultural, que es concreta y resistente. Los saberes analógicos, propioceptivos, biológicos, orgánicos, poéticos, simbólicos, articulados en el mundo digital, son al mismo tiempo nuestra posibilidad de reacción y de supervivencia: el antídoto y el arma a la vez.
Pensamos que este encuentro latinoamericano de gestores de danza es una oportunidad para desarrollar estas tecnologías de cooperación, estas tecnologías del encuentro, estas tecnologías de la re-existencia.”

Texto leído por Marcos Moraes (coordinador del evento) en la inauguración del encuentro.

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